Las altas temperaturas producen en la conducción un efecto similar al del alcohol. En la época veraniega cuando se producen a mayoría e los desplazamientos en coche, una temperatura excesiva en el interior del vehículo puede costar un accidente.
Según demuestran los estudios realizados por PREVENSIS (Empresa especializada en la actuación sobre el comportamiento de los conductores), el calor afecta a las capacidades humanas, y una de ellas es la conducción. Con altas temperaturas la respuesta ante estímulos aumenta y las maniobras al volante se realizan de manera más imprecisa. El calor potencia las alteraciones que pueden sufrir los conductores.
Hasta 15º más que en el exterior
Según nuestros estudios, la temperatura en el interior de un coche en movimiento y sin aire acondicionado puede ser entre 5º y 15ºC mayor que en el exterior. Esta temperatura depende, además de la temperatura exterior, de la superficie expuesta a la radiación solar, del color exterior y de la tapicería del coche, de la ventilación del habitáculo, del número de ocupantes, del calor que estos desprendan por el tipo de tejido y del color de sus ropas.
Limite 24º
Cuando la temperatura interior supera los 24º, la eficacia de la conducción puede verse afectada al aumentar los fallos, convirtiéndose la temperatura en un factor muy influyente e incluso desencadenante de accidentes.
Aumenta el tiempo de reacción
Los estudios han demostrado que con una temperatura de 30º, los fallos del conductor aumentan un 20% y que con 32º en el interior del vehículo la temperatura puede ser causa del 17% de los accidentes.
Efector similares al alcohol
Por encima de 35º los síntomas y efectos que sufre un conductor son similares a los de una alcoholemia de 0,5 mg de alcohol en sangre.
Según datos del Instituto de Pruebas Alemán (TUV) a 90 km/h y con calor, un conductor ante una situación inesperada, antes frenar recorre 41 metros, mientras que "fresco" pisaría el freno 16 metros antes.
Disminuye la percepción hasta un 15%
El calor nos hace menos perceptivos, así a 23º C dejamos de ver el 3% de las señales, a 28º el 6%, a 32º C el 10%. También nos volvemos más agresivos; salidas más rápidas en semáforos, menor tolerancia con los peatones que están cruzando, mantenemos velocidades inconstantes, pasamos de una velocidad adecuada y constante a una inexplicablemente alta e irregular, etc ...
Como utilizar el aire acondicionado
Hoy en día las altas temperaturas y el calor pueden ser fácilmente combatidas con el uso del aire acondicionado. Aunque en ocasiones al estar un vehículo al sol durante un periodo largo de tiempo, éste puede alcanzar una temperatura elevada. Es precisamente durante ese periodo de tiempo hasta que el aire condicionado empieza a ser efectivo, cuando hay que tener espacial cuidado.
Temperatura ideal: entre 19º y 24º C
Para realizar una conducción relajada y libre de los efectos negativos del calor, la temperatura del habitáculo debería mantenerse entre los 19 y 24º C. Debemos evitar que el flujo de aire nos impacte directamente en la cara y en el pecho. Si el ambiente es excesivamente seco puede producir malestar, picor y escozor de ojos.
Los deslumbramientos: usar gafas polarizadas
Una factor de riesgo que acompaña al calor es el deslumbramiento, que requiere un estudio aparte, ya que puede ser causa de más de 3.500 accidentes en España. Los deslumbramientos incrementan la fatiga ocular y pueden impedir al conductor ver objetos peatones, e incluso, otros vehículos. Para evitarlos, es necesario el uso de gafas de sol polarizadas, cuanto mayor grado de polarización, mucho mejor.
Es conveniente recordar estas recomendaciones antes de salir de viaje, y no olvidar ajustar el aire acondicionado o coger las gafas de sol polarizadas, antes de iniciar el camino. Hacerlo en marcha puede apartar nuestra atención de la conducción.
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Publicado por VRF para CONDUCIR-OK el 7/04/2007 09:37:00 PM