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José Luis Prada Méndez, empresario y fundador de Prada a Tope | |||||
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Fiel defensor de su tierra, El Bierzo, comenzó de adolescente al frente de una zapatería que cambió rápidamente por la venta de productos de su tierra, como cerezas, pimientos rojos y castañas en almíbar. Hoy ya cuenta con 9 franquicias y un centro propio, y con un reconocimiento y popularidad del que se ha encargado su "saber hacer" y la manera más tradicional de dar a conocer un producto de calidad: el boca a boca. "Ahora nuestras casas de comidas están ya consolidadas y son el mejor estandarte para llevar nuestro Bierzo por los distintos puntos de España", asegura Prada "a tope", profiriendo palabras bajo un ritmo incansable. Pero esto no fue siempre así…"En España siempre se ha ignorado lo propio del país, prescindiendo de ello. Esa gente es la que va a Francia y paga más de 12 euros por las mismas castañas que las nuestras y, sin embargo, en su pueblo las vilipendia", añade el fundador de esta enseña conocida por media España.¿Cómo empezó todo? Este concepto de restauración tan natural como artesanal se fraguó en una tienda de zapatos del pueblo leonés conocido como Cacabelos. Cuando aún contaba con 14 años, José Luis Prada se hizo cargo de una tienda de calzados que se había ido a la ruina. Con ingenio, tesón y ganas, la transformó en una tienda al más puro estilo de la famosa calle londinense Carnaby Street o del barrio chino de París. "Allí vendíamos botas, camperas, zapatillas…se hizo tan famosa que rápidamente pensé en vender un producto que fuera de mi tierra", asegura este "embajador" de El Bierzo. Así que, se puso manos a la obra y empezó a vender cerezas metidas en aguardiente, que es lo que hacían las gentes del pueblo de toda la vida. El primer año, allá por los años 60, hicieron 3.000 tarros de cerezas y los vendieron antes de lo que pensaban. Además, comprobaron que muchos de sus clientes eran turistas y emigrantes de Suiza, Francia e Italia, que cuando regresaban a sus países aprovechaban a comprar productos de su tierra de origen. Una década más tarde, Prada se dio cuenta de que la hortaliza más querida por las huertas de las tierras leonesas, el pimiento rojo, le iba a dar muchas alegrías por su gran acogimiento entre su, cada vez, más amplio grupo de seguidores y, por tanto, compradores. Incluso las castañas, muy cotizadas en tierras galas, fueron un gran reclamo para éstos. "Venían a comprarlas desde Francia y luego las vendían carísimas. Decidí hacerlas en almíbar, que estaban increíbles, de verdad", agrega este amante de los paseos y de cultivar su cuerpo "para mantener el tipo y seguir siendo el Prada a Tope de toda la vida". De esta forma se fue consolidando su original concepto de negocio y fundó la Casa de Comidas y Taller de elaboración de productos de Cacabelos, en el mismo edificio que antiguamente funcionó como Hospital y Hospedería de San Lázaro, donde eran asistidos los peregrinos que iban camino a Santiago de Compostela. A su lado se encuentra hoy en día el taller de elaboración donde trabajan alrededor de 40 señoras que siguen el método tradicional propio de El Bierzo. Por último, a pocos kilómetros de Cacabelos posee la bodega de la Casa Palacio de los Señores de Canedo, donde desde hace ahora treinta años entraron de lleno en la cultura del vino. Tras largos años de operar en este sector, Prada a Tope ha conseguido que sus caldos gocen de un merecido prestigio, avalados por varios premios y una denominación de origen de El Bierzo. ¿Por qué no franquiciarlo? El fundador de una de los referentes más notables de El Bierzo en la actualidad, confiesa después de muchos años en el sector de la restauración que la forma de hacer las cosas durante muchos años en Cacabelos y en Canedo, le adujo a pensar que era una pena que no se extrapolase a otros lugares de España". "Así", indica José Luis Prada, "iniciamos una nueva aventura con la creación de tiendas degustación y casas de comidas en diversas ciudades. Se hizo sin saber que estábamos poco a poco construyendo una red de franquicias. La verdad es que allí en donde nos implantamos la gente asume rápidamente nuestra oferta diferenciada: pocas cosas, pero muy buenas y sobre todo sencillas y auténticas", argumenta su fundador, dejando ver que es la sencillez lo que impera en su concepto de negocio. "Nosotros", ultima, "no buscamos a alguien que tenga dinero y que quiera abrir allá, primero tiene que asumir nuestra forma de hacer y entonces empezamos a hablar", deja claro este hombre de carácter sentenciador, que cuenta en la actualidad con 9 franquicias en su haber y un punto de venta propio. |
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Publicado por Vredondof para "Prada a tope" el 12/02/2007 08:50:00 AM